La tasa turística IVL (por sus siglas en inglés)

Nueva Zelanda se unirá junto a otros 40 países alrededor del mundo que actualmente cobran un impuesto de turismo,  cuando el IVL se  implemente el 01 de octubre de 2019. Este movimiento se estableció, para dirigir la huella del turismo hacia los recursos locales e infraestructura, para que se auto financien en vez de continuar colocando la carga financiera sobre las personas locales.

El objetivo del IVL

Recientemente, la cantidad de visitantes en Nueva Zelanda se ha incrementado significativamente, trayendo consigo un impacto negativo en la conservación publica del territorio y de las aguas gestionadas por el Departamento de Conservación, Instalaciones e Infraestructuras para Visitantes.  Los visitantes actualmente no contribuyen al flujo de ingresos que financia los activos y se invierten en el mantenimiento de la infraestructura del país.

El problema del “turismo excesivo” vino con la introducción y evolución de un turismo masivo, originalmente desarrollado en el Reino Unido por Thomas Cook. Este viajero británico del siglo 19 fue el pionero del concepto de los tours económicos de viaje en grupo. Hoy en día el concepto incluye los hoteles todo incluido, paquetes de presupuesto accesibles, vuelos baratos y cruceros. En teoría, el turismo masivo tiene sus ventajas. Un flujo extremo de turistas estimula la economía local, genera empleos y desarrolla infraestructura. Aunque en la práctica, las personas locales no reciben la mayor parte de los empleos, los inversionistas externos se benefician de gran parte de los ingresos y las personas locales frecuentemente no logran  disfrutar de su propio país por una abrumadora multitud de turistas.

Los profesionales en la esfera consideran que esta forma de viajar tan popular es insostentable y explotadora  que devuelve muy poco a las comunidades locales. El turismo excesivo afecta negativamente muchos lugares turísticos  en todo el mundo.   La tasa turística llamada IVL asegura que visitantes internacionales contribuirán a la infraestructura local que posiblemente van a usar, ayudando a proteger el medio ambiente que ha sido afectado por el turismo.

Se estima que el IVL generará alrededor de $80 millones durante el primer año después de su implementación. Este dinero financiará proyectos de conservación e infraestructuras de turismo alrededor de Nueva Zelanda. El objetivo es asegurar que la industria del turismo del país permanezca incluyente, sostentable y productiva y que pueda proveer de experiencias positivas continuas a visitantes y comunidades locales.  El impuesto está establecido para mejorar la planificación de turismo, aumentar la protección y la mejora del medioambiente único del país.

El costo

Los viajeros elegibles para pagar la tasa turística IVL   tendrán que hacerlo al pagar la Autorización electrónica de viaje o la visa de visitante. El costo del impuesto será   35 NZD $ y cubrirá el período de tiempo mientras la ETA sea válida o   hasta que el pasaporte expire, lo que ocurra primero.

Viajeros que deben pagar la tasa IVL

La mayor parte de los viajeros a las costas de Nueva Zelanda que ingresen por 12 meses o menos serán elegibles para el pago del nuevo impuesto, mayormente:

  • Viajeros de países con exención de visa
  • Todos los pasajeros de cruceros, sin importar su nacionalidad

Excepciones de aplicación del IVL

No todos los viajeros que embarquen en Nueva Zelanda tendrán que pagar el impuesto de turismo. No deben pagar IVL:

  • Los ciudadanos de Nueva Zelanda y residentes permanentes
  • Los ciudadanos de Australia y residentes permanentes
  • Los viajeros en tránsito
  • La tripulación aérea y marítima
  • Los viajeros ingresando a Nueva Zelanda por motivos diplomáticos, militares, médicos y humanitarios.
  • Aquellas personas en tránsito para Antártica
  • Los ciudadanos de las Islas del Pacífico
  • Los empleados regionales de trabajos por temporada
  • Los viajeros visitantes con visa de negocios (incluyendo la Tarjeta de Viaje de Negocios APEC)