Top 5 Parques Nacionales Nueva Zelanda

Nueva Zelanda se caracteriza, entre otras cosas, por poseer una belleza natural exuberante. Este apartado país, ubicado a 2000 kilómetros al sureste de Australia, está conformado por dos islas principales: Isla Norte e Isla Sur y por un grupo de islas más pequeñas a su alrededor. Sus ciudades son comparadas con las de mejor calidad de vida del mundo aunque también son comparadas con las ciudades de Europa de más alto nivel de vida.

A día de hoy, en su cultura pueden apreciarse marcados rasgos europeos heredados de los colonizadores provenientes de este continente que habitaron su territorio. Sin embargo, existe entre su población un fuerte arraigo de las tradiciones maoríes dado que esta fue una de las primeras etnias que habitó Nueva Zelanda.

Al hablar de la belleza natural de este maravilloso país hay que mencionar que uno de los roles protagónicos lo desempeñan sus 13 parques nacionales. Abarcan una extensión de más de 30.000 km² de todo el territorio nacional y de ellos 3 están ubicados en la Isla Norte y 10 en la Isla Sur. Gracias a la biogeografía de su territorio y a su mantenimiento como área protegida, en la actualidad son el hábitat de numerosas especies de plantas y de animales autóctonos.

Hoy por hoy el conjunto de parques nacionales neozelandeses representa uno de los principales atractivos turísticos del país recibiendo al año más de 2 millones de visitantes.

Por todas las razones comentadas con anterioridad es que te invitamos a que planifiques tus próximas vacaciones en Nueva Zelanda y para ayudarte en su organización te presentamos un top 5 de sus parques nacionales.

 

Parque Nacional de Tongariro:

Ubicado en el centro de la Isla Norte se encuentra el Parque Nacional Tongariro. Fue declarado como área protegida desde el año 1887 y es considerado en la actualidad como el parque de su tipo más antiguo del país.

En sus casi 800 km² de superficie alberga impresionantes paisajes protagonizados por los volcanes en activo más grandes de la isla: el Tongariro, el Ngauruhoe y el Ruapehu. Igualmente, dentro de su extraordinaria belleza sobresalen sus lagos con aguas de color turquesa y sus numerosas fuentes termales.

Además de ser uno de los lugares más hermosos de Nueva Zelanda, este parque nacional tiene un elevado valor cultural e histórico para el país. Dentro del mismo existen diversos sitios sagrados maoríes, siendo las cumbres de las montañas uno de los más significativos.

Como había comentado con anterioridad, los parques nacionales neozelandeses son muy frecuentados por quienes gustan del contacto directo con la naturaleza. En este caso, quienes decidan visitarlo podrán escoger entre variadas ofertas recreativas para pasar una jornada inolvidable disfrutando de sus instalaciones.

Tanto en temporada de verano como de invierno se organizan actividades adecuadas para cada estación. Muchos son los que prefieren el montañismo, el ciclismo, la caza, la pesca, el esquí o el snowboarding. Sin embargo, las actividades más populares del parque son las rutas que viajan a través de él, por lo que te recomiendo ¨Tongariro Crossing¨ que te llevará a descubrir sus tesoros mejor guardados.

 

Parque Nacional Mount Aspiring:

Fundado en el año 1964, el Parque Nacional Mount Aspiring fue el décimo parque de Nueva Zelanda en ser denominado bajo esa categoría. Está ubicado en la Isla Sur y cuenta con una extensión de 3.555 km². Recibe su nombre del Monte Aspiring que, por sus 3.033 msnm, es considerada la segunda montaña más alta del país. No obstante, dentro del parque también radican otras elevaciones casi tan altas como esta: el Monte Pollux y el Monte Brewster.

Para disfrutar al máximo del parque son organizadas una serie de emocionantes actividades: paseos en helicópteros a picos nevados, excursiones a través de sus ríos a bordo de canoas y recorridos a pie. Entre ellas las más atractivas para los excursionistas son los senderos cortos y las rutas Routeburn, Wilkin Valley y el Circuito Rees-Dart Track.

Estas últimas, aunque representan un recorrido más largo, brindan a quienes las hacen la posibilidad de viajar a través de los valles que conforman el parque y disfrutar de todos sus encantos de manera más cercana.

El Parque Nacional Mount Aspiring ha sido valorado en incontables ocasiones como un paraíso terrenal.

Sus impresionantes paisajes se caracterizan por conjuntar maravillosamente imponentes montañas con cascadas y ríos por los que corren aguas glaciares y espléndidos valles que te invitan a adentrarte en lo más profundo de su entorno.  Parte imprescindible del gran interés que despierta este sitio es que allí pueden apreciarse en su hábitat natural especies de plantas y animales pertenecientes a la flora y fauna autóctona de Nueva Zelanda.

 

Parque Nacional Abel Tasman:

El Parque Nacional Abel Tasman es uno de los lugares más idílicos que puedes visitar en Nueva Zelanda. Sus 23.000 hectáreas se extienden sobre territorio de la Isla Sur del país. Fue fundado en el año 1942 como homenaje a los 300 años de la llegada del explorador Abel Tasman a esas tierras y de ahí recibe su nombre.

Es un lugar encantador, que enamora a los visitantes desde que descubren la belleza de su entorno conformado por playas vírgenes y un ambiente natural exuberante. Si bien lo que más nos atrae de este parque son precisamente sus paradisíacas playas, hay que destacar que también cuenta con frondosos bosques donde puede apreciarse la vegetación típica del lugar y descubrir el medio donde habitan animales nativos de Nueva Zelanda como el kiwi.

Una de las actividades más populares del parque es el sendero costero Abel Tasman, valorado como uno de los ¨Great Walks¨ de Nueva Zelanda. Este recorrido completo tiene una duración de 3 a 5 días y permite a los excursionistas descubrir los rincones más hermosos del mismo.

Si no cuentas con todo ese tiempo puedes escoger hacerlo por tramos y acortar la experiencia. Otra manera de conocer el parque es hacerlo por cuenta propia siguiendo los senderos marcados en el territorio o alquilando equipos acuáticos como kayaks y aventurarte a través de él.

 

Parque Nacional Fiordland:

Ubicado también en la Isla Sur se encuentra el Parque Nacional Fiordland. Es considerado el área protegida más grande del país, abarcando una extensión de alrededor de 12.500 km², donde la naturaleza ha recreado un escenario de incomparable belleza. Muchos llegan seducidos por las postales con imágenes de sus paisajes sin embargo, presenciarlos personalmente no tiene comparación.

En este extraordinario lugar los visitantes tendrán acceso a un espectáculo insuperable donde fiordos, cascadas y montañas nevadas conforman un ambiente que parece sacado de una película de fantasía.

Por la impresionante belleza de su entorno sin duda alguna el fiordo de Milford Sound es, de lejos, su joya más preciada. Considerado como ¨la octava maravilla del mundo¨, este apartado natural es capaz de deslumbrar a la persona más escéptica.

En un viaje en barco a través de él descubrirás los colores más intensos de la naturaleza, moles de piedra tan altas que parecen tocar el cielo y de las cuales brotan cascadas donde se van formando arcoiris que le aportan un toque romántico al paseo.

Como parte de las actividades que invitan a tener la mejor de las experiencias en el parque

hay que mencionar que allí se llevan a cabo 3 de los recorridos denominados ¨Great Walks¨ de Nueva Zelanda: el sendero Milford Track, el sendero Kepler Track y Routeburn, que cruza el Parque Nacional Mount Aspiring. También debes conocer que existen otras ofertas para disfrutar al máximo tu estancia, entre ellas alquiler de kayaks, paseos en crucero y práctica de buceo.

 

Parque Nacional Aoraki – Monte Cook

No podemos dejar de incluir en este top 5 al Parque Nacional Aoraki – Monte Cook. Desde 1953, este magnífico lugar fue concebido como área protegida con el objetivo de preservar sus especies biológicas. Su nombre ¨Aoraki¨ es de origen maorí y el Monte Cook, con sus 3764 msnm, es considerada la montaña más alta de Nueva Zelanda.

Cuenta con una extensión que sobrepasa los 700 km² donde se encuentran los glaciares más largos del país, abarcando casi la mitad de su territorio. Una de las características que más atrae a quienes gustan del alpinismo es que el parque alberga casi todas las montañas más altas de Nueva Zelanda. De ellas las más populares entre los escaladores son: los montes Sefton, Tasman y Hicks.

Como parte de sus atracciones naturales más destacadas hay que mencionar que en el parque es posible visitar uno de los más hermosos lagos del país, el Pukaki. Formado con aguas glaciares, este lago nos ofrece uno de los mejores paisajes que encontrarás en los alrededores, con el Monte Cook de fondo y de un color azul tan intenso que nos hace pensar que no ha sido creado por la naturaleza.

Otra de las particularidades que hacen de este sitio un lugar sin igual son sus noches totalmente estrelladas. Esto es posible gracias a la casi nula contaminación lumínica debido a que el parque está alejado de zonas urbanas.

Son muchas las actividades que puedes realizar para enriquecer tu experiencia en él. Desde senderismo, ciclismo de montaña, esquí o alpinismo hasta vuelos escénicos que te permitirán tener una apreciación más completa de todo el territorio.